domingo, 23 de diciembre de 2012

La leyenda de Velasco. El Alguacil




Esta leyenda, acaecida por las calles de alrededor de la Merced allá por el siglo XVII,  fue recogida por D. Alfredo Cazabán, en su revista Don Lopé de Sosa y que ahora os paso a relatar.

Corría el año 1681, cuando D. Lucas M. de Velasco, Alguacil Mayor de la Catedral, en compañía de un pequeño pelotón, se disponía al registro de una casa, en la cual se sospechaba de albergar delincuentes. 

En el interior en una esquina cercana a la puerta y refugiado por la sombra, se encontraba un hombre embozado y con un trabuco en la mano, esperando la entrada de la justicia, nada mas poner el pie en el interior de la casa, el alguacil Velasco fue alcanzado en el pecho por la descarga de trabuco, cayendo este al suelo abatido por el malhechor. Rápidamente los compañeros se acercaron a el, para intentar socorrerle y ver la gravedad de sus heridas despojándole de su camisa, puesto que un disparo con tal arma y a bocajarro pintaba muy mal.
Estos quedaron paralizados y asombrados, al comprobar Velasco no tenia ni un solo rasguño y saliendo ileso, ya que el relicario de Nuestro Padre Jesús, que portaba debajo de su camisa había parado las postas del disparo, pero para mas sorpresa comprobaron que el relicario quedo deformado en el marco de plata, por el impacto, pero el cristal que protegía la imagen de Jesús quedo intacto.

Esta leyenda consta en un informe jurídico de 1710 en el cual acredita los milagros de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Por lo que podemos pensar que tiene una base real.





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